Monday, March 9, 2009

El Plan Obama y las representaciones de la crisis capitalista

En los pasados meses hemos visto la implementación de todo tipo de medidas para tratar de reactivar las economías del mundo. Desde tasas de interés aproximándose al cero por ciento, inyecciones masivas de dinero al sistema financiero, y hasta reembolsos a individuos basados en sus contribuciones, lo que vemos es un repertorio de políticas monetarias y fiscales que han fallado en lograr revivir el dinamismo que el sistema capitalista prometía tener como característica inherente. En el caso de Estados Unidos, el tamaño de las medidas más recientes en términos de la cantidad de dinero envuelto es reflejo de lo inefectivo que han sido hasta ahora todos los planes de estímulo que les precedieron.

La última de las medidas aprobadas, el “American Recovery and Reinvestment Act”, envuelve alrededor de 800 billones de dólares para ser utilizados en un plazo de diez años en diferentes sectores y actividades económicas. Algunos de los sectores mencionados en el masivo documento de 1,073 páginas para asignarles fondos incluyen: ambiente y energía, defensa, transportación, estado y actividades de comercio. El gobierno de Obama ha sido algo ambiguo en su posición de que quieren “generar o salvar” de tres a cuatro millones de empleos. Lo que sí queda claro es que la reactivación de la economía es una por el lado de la demanda en términos de generar empleos para que la gente tenga dinero para gastar en el consumo de bienes y servicios. Se argumenta entonces que un aumento en el consumo debe llevar a la necesidad de aumentar la producción y eso a su vez implica que se contraten a más personas para producir más bienes y servicios ante la creciente demanda. Todo esto al final llevaría hacia un espiral hacia arriba donde la economía comenzaría a crecer, manifestándose este proceso en un aumento en los indicadores de producto nacional e interno bruto, cosa que normalmente es vista como positiva a la hora de evaluar la salud de una economía.

Hay muchos supuestos implícitos en el argumento expuesto arriba, pero un problema inmediato con esa lógica es que no se sabe si las personas, al tener acceso a inyecciones de parte del gobierno, van a gastar ese dinero. Cuando originalmente se pasó el reembolso bajo el gobierno de Bush de cerca de $600 dólares por persona a base de las contribuciones reportadas por el individuo, se hizo esa conexión entre un aumento en el poder adquisitivo de las personas llevando a un aumento en la demanda de productos y servicios, lo que llevaría a la necesidad de producir más, lo que finalmente llevaría a aumentos en los niveles de empleo. El problema fue que muchas de esas personas utilizaron el dinero para pagar deudas que tenían acumuladas o simplemente ahorraron el dinero como una medida de precaución ante la incertidumbre sobre qué podría pasar con la economía. Es importante notar que la deuda en los hogares de la clase trabajadora americana es una nunca antes vista en su historia.

Muchos economistas, como el recién ganador del premio Nobel, Paul Krugman, creen que la cantidad de 800 billones es insuficiente y una cantidad cercana a los dos trillones es lo necesario para reactivar la economía. El problema entonces es que el gobierno americano se endeudaría aun más, (en el presente Estados Unidos acumula una deuda de cerca de 2 billones de dólares diarios) cosa que atentaría en el largo plazo con su estabilidad económica dado la necesidad de tener que pagar esa deuda en algún momento. Una posibilidad sería reducir el gasto en el sector militar y enfocarlo en programas sociales, pero esto, como reconoce el geógrafo David Harvey (2009), podría ser suicidio político dado la postura de tanto los Demócratas como los Republicanos sobre ese asunto. Mas en ...

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