Entre las consecuencias del vertido de petróleo en el Golfo de México, deben preverse efectos psicosociales así como médicos, afirman expertos del Instituto de Medicina (IOM, por sus siglas en inglés) y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)
Emma Hitt
La explosión de la plataforma petrolera Deepwater Horizon en el Golfo de México ocurrió el 20 de abril de 2010. Ese día murieron 11 trabajadores y otros 17 resultaron heridos, pero se desconocen aún los efectos a largo plazo del vertido resultante. El 25 de junio, se habían comunicado 453 quejas por exposición al petróleo a la Asociación norteamericana de Centros de control de tóxicos. De estas llamadas, 174 procedían de Louisiana, 111 de Florida, 95 de Alabama y 38 de Mississippi. Notificaban síntomas como dolores de cabeza, garganta irritada, náuseas, vómitos, dolores oculares y mareos.
El petróleo crudo contiene una mezcla de compuestos de hidrocarburos volátiles: hidrocarburos policíclicos aromáticos que incluyen los carcinógenos benceno, tolueno y xileno. Según los CDC, los síntomas de exposición a estos compuestos incluyen somnolencia, mareos, latidos cardíacos rápidos o irregulares, dolores de cabeza, temblores, confusión y pérdida del conocimiento.
El 22 y 23 de junio, el IOM, que forma parte de las Academias Nacionales de EE.UU. en Washington, DC, realizó un taller en Nueva Orleans, Louisiana, a petición del Departamento de Salud y Servicios Humanos para debatir los problemas de salud relacionados con el vertido.
Los efectos de la exposición podrían manifestarse tras un período de latencia
Durante su presentación, el doctor Scott Barnhart, MD, MPH, de la Universidad de Washington en Seattle, señaló que los efectos de la exposición al vertido de petróleo podrían manifestarse tras un período de latencia. “El petróleo crudo contiene una mezcla compleja de metales pesados y de hidrocarburos volátiles y no volátiles aromáticos policíclicos, que pueden incluir cancerígenos” — afirmó.
Según el Dr. Barnhart, la exposición puede ocurrir a través de las vías dérmica e inhalatoria, así como por la ingestión de alimentos contaminados de petróleo. La toxicidad depende de las dosis y tendría efectos neurológicos, renales, hepáticos, dermatológicos y hematológicos.
Niveles inciertos de carcinógenos
Niveles inciertos de carcinógenos
Gina Solomon, MD, científica del Consejo para la Defensa de los Recursos Nacionales, responde en su blog a la afirmación de BP de que “los trabajadores que participan en la limpieza del vertido no corren riesgos de salud, ya que las concentraciones en el aire de sustancias cancerígenas como el benceno están por debajo de los límites marcados [por la Administración de Seguridad y Sanidad Laboral]“.
Sin embargo, según la experta, “BP no tiene en cuenta que sus propios datos han mostrado niveles de hidrocarburos superiores al ‘nivel de acción’ de la propia multinacional, así como niveles de benceno y de 2-butoxietanol (la sustancia química dispersante) superiores al límite de exposición recomendado por el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Laboral”.
Importancia de los efectos psicosociales del vertido
De acuerdo con Maureen Lichtveld, MD, MPH, profesora y directora del Departamento de Ciencias de Salud Ambiental en la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, Louisiana, el factor principal que deben investigar los médicos consiste en las consecuencias psicosociales.
“Desde el punto de vista clínico, los efectos inmediatos son la irritación y problemas respiratorios causados por compuestos orgánicos volátiles” – declaró la Dra. Lichtveld a Medscape Medical News– “pero durante la reunión del IOM se acordó que el aspecto psicosocial debe tener una prioridad mucho más alta que en la actualidad, algo en lo que no suelen pensar los médicos”. Añadió que “tras los sucesos de Nueva Orleans, con el Katrina, advertimos que aún persisten los efectos psicosociales dañinos”. La Dra. Lichtveld participó en el taller del IOM.
Por su parte, la Dra. Solomon señaló que los estudios de seguimiento del vertido de Exxon Valdez mostraron, incluso años después, un aumento significativo de trastornos mentales entre la población local. “Aumentaron los casos de depresión, estrés postraumático y otros trastornos de ansiedad, y se obtuvieron puntuaciones inferiores en las evaluaciones de salud mental” – explicó a Medscape Medical News. Añadió que hasta la fecha no se dispone de datos suficientes para prever, en el futuro, un aumento del riesgo de cáncer, problemas reproductivos o secuelas neurológicas del vertido en el Golfo de México. “Habrá que supervisar a la población” – advirtió.
Guía para profesionales de la salud
Según la Dra. Solomon, los médicos deberían proporcionar una orientación preventiva para proteger a sus pacientes. “Los residentes en la comunidad no deben pescar en zonas declaradas fuera de los límites o donde sea evidente la contaminación por petróleo; y debe desecharse como incomestible tanto el pescado como el marisco que tengan olor a petróleo.”
Además, debe evitarse que la piel entre en contacto directo con agua contaminada, petróleo o bolas de alquitrán. “En cuanto los residentes perciban un olor fuerte a petróleo o sustancias químicas, deben refugiarse en un ambiente con aire acondicionado, preferiblemente en modo de recirculación, para no inhalar el aire contaminado”.
“En general, pueden estar seguros de que la calidad del aire ha sido buena, en general, en la costa del Golfo, y que son improbables los efectos sobre la salud a largo plazo” – afirmó.
Los CDC están supervisando los posibles riesgos y enfermedades que puede ocasionar la exposición al vertido. En la actualidad hay 242 empleados de dichos Centros, así como de la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades, trabajando en el proceso de supervisión; la semana pasada, 21 de ellos fueron asignados a los estados de la costa del Golfo.
Los profesionales de la salud pueden consultar la información sobre el vertido en el sitio Web de CDC. Los temas incluyen: toxicidad del fuel oil, preguntas frecuentes, recomendaciones para realizar un historial de exposición, vigilancia de la salud, y hojas informativas sobre sustancias dispersantes y crudo ligero.
CDC invita a los médicos a enviarles por correo electrónico sus preguntas sobre el vertido del Golfo de México.
Emma Hitt es una escritora científica especializada en temas de medicina
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